martes, 31 de marzo de 2015

Fronteras: televisión de calidad y compromiso social


Por Estefanía Brid. 


Encontrar en la televisión un producto de calidad y con compromiso social no es algo de todos los días, pero Fronteras, el nuevo unitario que Telefé estrenó en febrero, logra unir estos dos aspectos, que parecen ser tan dispares.

Con guión y dirección de Sabrina Farji, filmada justamente en la  frontera de Misiones, este programa busca, y consigue, instalar las problemáticas que se viven en las fronteras.
La historia gira alrededor de Sonia Miller, una médica pediatra de 40 años, soltera y muy exigente con su profesión, que al perder un ascenso en el hospital en el que trabaja decide aceptar un puesto en un hospital de frontera de Misiones. A partir de allí se disparan todos los conflictos y también las relaciones entre los personajes.

Los protagónicos están a cargo de Isabel Macedo y Julieta Ortega, un poco exageradas en la actuación, y también de Raúl Taibo y Fabian Mazzei. Sin embargo, son las actuaciones de los actores secundarios, muchos de ellos de la zona, los que enriquecen al programa.

Fronteras comparte, episodio tras episodio, una visión de las situaciones que se viven tanto en los hospitales de fronteras como en las comunidades que los rodean. Enfermedades tropicales, desnutrición, conflictos por las tierras, trata de blancas, diferencias culturales y religiosas, trasplante de órganos, entre otros, son los ejes que abarca este programa.

Con una puesta fotográfica muy cuidada, enriquecida por los paisajes naturales de Misiones, Fronteras es un programa de una calidad destacable. Sus planos y encuadres guardan relación con las emociones que se quieren transmitir y en sintonía con la música elegida crean el clima perfecto.


Si bien se emite en un día y un horario poco propicio para buenos niveles de audiencia (sábados 23:30 horas) es un programa que consiguió muy buenos números de rating en su debut y también en las emisiones siguientes.  Por eso, Fronteras es un claro ejemplo de que calidad y rating no están contrapuestos, y que se puede hacer una televisión de calidad y compromiso social que también tenga rating.

Los nuevos conductores que lideran el Prime Time


Por Milagros Prado.

Lejos de copiar a sus antecesores, los nuevos conductores y animadores de la tv local, buscan dejar su propia marca en la pantalla chica. En estilos y formatos diferentes, Santiago del Moro, Leandro “El chino” Leunis y Guido Kaczka compiten por el rating, entreteniendo al público.

Como dato curioso, todos estos nuevos conductores tienen sus propios programas de radio, que conducen y lideran. El “Chino” Leunis comenzó su carrera en este medio con los Románticos de la 100, para luego debutar con “Escape perfecto” en la televisión.  Guido Kaczka todas las mañanas pone al aire su magazine por la 100. Del Moro amanece en Pop Radio.

Este último  se encuentra focalizado en “Intratables”, luego de dejar “Infama”, el programa que lo catapultó como conductor. En su rol más serio hasta hoy, modera los temas que se debaten entre el variado grupo de panelistas e invitados que lo acompañan. Con la energía que lo caracteriza, lidera el prime time de América durante la semana, donde el ciclo que se emite desde el 2013 ronda los 4 puntos de rating (Ibope). La política cada vez más pasa a ser el eje del debate, que se favorece en un año de elecciones como el actual.

El programa de entretenimiento de "El Chino” Leunis es la apuesta de Telefe para su horario central, en el que Julián Weich era un especialista, con sus chistes ágiles y frescos. A diferencia de su antiguo colega, Leunis busca ser más simpático y sencillo ante su audiencia, fórmula que parece funcionar dado los 11.4 puntos de rating que promedia cada emisión.

Guido Kaczka tiene la tarea de entretener al público joven con “Guido de noche”, al cual atrae con su personalidad histriónica y espontánea. Desde sus comienzos en “El último pasajero” hasta la renovada versión “A todo o nada”, dejó un legado de frases como: “Pasas la repe, pasas la repe”, que quedaron inmortalizadas en la vocabulario argento. La locura de Guido, una versión suave y apenas comparable con la de Roberto Petinatto, lo lleva a alcanzar los 11.6 puntos en promedio. En “Los 8 escalones” lidera un programa de concursos sobre cultura general, más formal y medido.


Prácticamente asociado cada uno a un canal, las nuevas caras de la conducción intentan construir un estilo y sello personal. Aunque los conductores cambien y las generaciones se renueven, el objetivo sigue siendo el mismo: divertir y atraer a una audiencia cada vez más demandante, que cada día enciende menos el televisor. 

Índice de Calidad Televisiva 2014


El Observatorio de la TV (OTV) publicó los resultados del Índice de Calidad Televisiva (ICT) 2014, una herramienta de carácter cualitativo que el OTV difunde desde hace ocho años. Esta medición sirve para contrastar con criterios cuantitativos como el rating y se presenta como una lectura de la programación televisiva desde sus contenidos. Para los auspiciantes, es una mirada seria sobre cómo sus productos quedan asociados a contenidos apropiados o no, según las características y valores de sus marcas.

Elaborado a partir de los análisis bimestrales tomados entre abril y noviembre, sobre todos los programas de la grilla de los cinco canales de la televisión abierta argentina (América, Canal 7, Canal 9, Telefé y Canal 13), el trabajo analiza, principalmente, la calidad técnica y la adecuación a la realidad de los programas, además de la oferta genérica.
Por calidad técnica, se evalúa cómo ha sido la representación audiovisual de cada uno, es decir, cómo ha sido el uso de la iluminación, de la banda sonora, de los efectos, las intencionalidades de los encuadres, el criterio de montaje, la actuación de los actores o de los personajes. Es decir, todo lo que permita que una realidad sea mostrada a través de los elementos de la puesta en escena.

En cuanto a la adecuación a la realidad, se analiza cómo cada programa construye un verosímil propio. Esto se basa en que toda la programación televisiva puede clasificarse en tres grandes macrogéneros: los referenciales (de directa relación con la realidad: noticieros, documentales, programas de debate político), los ficcionales (que construyen mundos propios que se relacionan más o menos directamente con la realidad: telenovelas, dramas, series, unitarios) y los híbridos, (aquellos programas que se relacionan con la realidad pero su modo de contar y/o mostrar es ficcionalizado (reality showtalk show, docudramas, etc.). 

Por lo tanto, se mide cómo cada programa respeta su verosímil. Un personaje de una telenovela puede hablar de modo vulgar, y si el personaje integra el elenco de una novela costumbrista y además es anafalbeto, es creíble que hable así, por lo tanto, es adecuado para lo que quiere representar. Por el contrario, en un noticiero, su conductor no puede hablar de modo vulgar porque en ese género se espera un uso cuidado del lenguaje. Si lo hace, rompe su verosímil y eso hace bajar su calidad en el parámetro de adecuación a la realidad.

Los tres grandes criterios para evaluar esta adecuación son: el uso del lenguaje, el grado de verosimilitud con las convenciones del género y los valores o disvalores promovidos. Por ejemplo, en un programa la ironía puede ser un valor, porque implica un modo inteligente de tratar la realidad a partir de una clara ideología; en otro, la ironía puede ser la base del destrato a un participante, de este modo, cambia la lectura según cada verosímil.
Según las mediciones de 2014, Canal 7 y Telefé fueron quienes tuvieron el mayor ICT. Ambos estuvieron primeros en dos períodos, pero Canal 7 obtuvo mayor puntaje en el total. Se destaca, además, que Canal 7 haya obtenido el 100% de CALIDAD TOTAL en casi dos ocasiones.

América fue el único canal que se mantuvo en general en la misma posición: último puesto.
El análisis evidencia que los programas del género híbrido son los que bajan los índices de calidad televisiva. Suelen trabajar con la cotidianidad de manera banalizada o frivolizada, y el carácter de espectacularización que los tiñe atenta contra la calidad del contenido en sí. El sueño, como eje del programa Showmatch, pierde su valor al verse superado por un tratamiento exagerado basado en los conflictos y la burla.

En función del análisis anual, el valor que más se dio fue el de la reflexión anterior y posterior al accionar, que claramente evidencia que los personajes, entrevistados y/o conductores emiten juicios de valor, o realizan actos que luego son evaluados desde las consecuencias que estos suponen. Los programas ficcionales son los que más lo utilizan. Ejemplos de ello son: En terapia (Canal 7), Somos familia (Telefé), Camino al amor (Telefé), Viudas e Hijos del Rock and Roll (Telefé), Guapas (Canal 13); Línea de tiempo (Canal 7).
El disvalor más desarrollado en esta oportunidad fue el de la vulgaridad en la apariencia y en el trato. Los híbridos (macrogénero que junto a la ficción predominan en las grillas), aportan este disvalor al banalizar sus contenidos. Los disvalores de lo light, de la obsesión por al aspecto externo de la persona, la importancia del “aquí y ahora”, del facilismo, fueron puestos en escena en casi todos los programas asociados a este género. Además, se vio un trato displicente, sobrador, desmerecedor de participantes, panelistas, que provocaron una clara caída en la variable del lenguaje y su adecuación a la realidad. Este disvalor se evidenció en: Intrusos (América), Bendita TV (Canal 9), Showmatch (Canal 13) y Este es el show (Canal 13). Algunos de los programas que más aportaron a las mediciones positivas de calidad fueron: En terapia (Canal 7), Los 8 escalones (Canal 13), Línea de tiempo (Canal 7) y Somos familia (Telefé).



Se fue uno de los últimos...


Por Gabriela Fabbro.

Hace algunos días falleció Gerardo Sofovich, un gran creador y alma mater de la televisión abierta argentina. Adorado y odiado, cuestionado y reconocido, Sofovich fue un pilar fundamental en la creación de programas y, especialmente, dentro del género comedia, construyó clásicos de la pantalla local.

Pablo Sirvén, el mismo día de su muerte publicó esta nota que recomendamos: http://www.lanacion.com.ar/1774453-gerardo-sofovich-un-cabron-inolvidable

Programas como Operación Ja jaPolémica en el barLa peluquería de Don MateoLa noche del domingo, son clásicos que integran la historia de la televisión argentina. Conocedor del gusto popular, gran productor, entendedor de la lógica del medio como pocos, Gerardo Sofovich supo mantenerse vigente a lo largo de casi 50 años adaptándose a los cambios de la TV y creando nuevas propuestas.Productor, guionista, director, conductor, actor, empresario, funcionario, todas esta facetas conformaron su personalidad.

A partir de una infancia dura, pero muy acompañada por su padre (un periodista que lo sumergió en el mundo de la literatura) forjó una gran cultura, estudió arquitectura y periodismo. Del género puro (la comedia), pasando por el híbrido (jurado del programa de Tinelli) al formato (concurso de preguntas sobre cultura general), transitó todas las etapas de la historia de la TV. Desde la paleotelevisión, aquella de los 60 a los 80, construida sobre la base de los géneros puros, con sus primeras producciones (Operación ja ja, Polémica en el bar), pasando por la neotelevisión (la de los 80´al 2000) basada en la hibridez de los géneros (La noche del domingo, Bailando por un sueño), hasta llegar a la postv, la que hoy tenemos en el aire, aquella en la que reina el formato (Los 8 escalones), en cada una, supo captar lo que el público pedía, y lo plasmaba en sus producciones o participaciones. Lo interesante es que lo lograba a partir de una intuición personal, de una afinidad con la audiencia que pocos tuvieron, y sobre la base de las grandes lecturas que lo acompañaron siempre.

Sus programas, de claro anclaje en lo cotidiano, basado en la esencia popular argentina, fueron éxitos rotundos de rating en el momento de su emisión, de sus repeticiones y de sus remakes.Y qué mejor vigencia para un autor que sus creaciones vuelvan a ponerse en el aire, ya sea a manera de homenaje, de nueva versión o de parodia…. La manera de ratificar la perdurabilidad de un producto es su permanencia en la pantalla.

El humor en un café de Buenos Aires, la bohemia del tango, el fútbol y la política como eje de las conversaciones, los enriedos y malentendidos, la mujer situada por lo general en un lugar cuestionado, la cargada típicamente argentina y lo popular fueron el contenido de sus productos: “Desde que comencé me propuse ser popular pero no populachero. Hasta los programas humorísticos eran de alguna manera programas periodísticos con humor. Además, ¿qué es la cultura, quién define qué es la cultura? Vamos a la demostración más sencilla: comer con cuchillo y tenedor es cultural“, sostenía en una reciente y última entrevista.

No podemos dejar de recordar también sus programas de tono más intimista, basados en entrevistas profundas, amenas, ricas en historias, en las que sabía cómo generar un clima y acompañar el discurrir de la memoria y recuerdo de sus entrevistados (aún recuerdo una con China Zorrilla, en la que la actriz contó cómo se enamoró de un profesor de literatura en un curso de una universidad norteamericana…).

También fue importante su producción en el mundo del cine, especialmente en la década del 70, cuyas películas, desde la picaresca y la “ingenuidad”, fueron canales muy interesantes de expresión sobre la época que vivía nuestro país…. Fue actor de cine en muy interesantes policiales. Pero este enfoque merecería otra nota en otro ámbito….

Gerardo Sofovich era una “animal de televisión”, que se va a extrañar, son las citas obligadas que empiezan a no estar presentes en la pantalla local.

Como alguien aludió muy acertadamente, fue velado una noche del domingo, el mejor homenaje que pudo tener uno de los pilares de la televisión nacional que nos dejó hace pocos días.


Las mil y una preguntas...


Por Gabriela Fabbro.

Las mil y una noches (título original Binbir Gece) es una telenovela turca, producida por TMC Film que fue transmitida originalmente por Kanal Dentre en los años 2006 y 2009 en su país de origen. La protagonizan los actores Halit Ergenç, Bergüzar Korel,Tardu Flordun y Ceyda Düvenci.

El texto literario original, una de las obras más importantes e influyentes de la literatura universal, consiste en una recopilación de cuentos y leyendas de origen hindú, árabe y persa, de los cuales no existe un texto definitivo, sino múltiples versiones. Su título fundamenta el nombre de esta producción extranjera que se ha convertido en gran éxito en la pantalla local. Desde el mes de enero de 2015, Canal 13 la emite cada noche (con capítulos originales y compilación de lo mejor de la semana los días domingos), en los que obtiene 18 puntos de rating diarios de promedio. Además, para el canal, se ha convertido en lo que el teórico José Ángel Cortés denomina, un fenómeno de “irradiación de éxito”, entendido como aquel programa bandera del canal, que produce contenidos, como segmentos satélites en otros programas del mismo canal (El diario de MarianaTelenoche, etc.).

¿Qué hace que la audiencia argentina mire cada noche sus capítulos? ¿qué atrae de los protagonistas? ¿qué relación se establece con los conflictos que se presentan como eje de la trama? ¿por qué atraen sus locaciones?

En fin, una serie de preguntas que nos plantea el éxito de esta producción, que, al igual que el año pasado en Telefé (con Avenida Brasil), conquista al público local. De características especialmente adultas, la audiencia es fiel a la historia de Sherezade y Onur, y toda su zaga familiar.

En una entrevista para un ciclo radial, el productor Pablo Cullel comentaba esta semana sobre ella: "Me cuesta entender que a la gente le guste tanto Las Mil y Una Noches, a mí no me gusta, me parece una novela aburrida y antigua”. Me sumaría a sus palabras, es una telenovela lenta, y previsible. Uno ya sabe qué va a contestar cada personaje ante cada parlamento, uno presiente la resolución de los conflictos, uno supone qué recorrido tendrán las historias con el avanzar de los capítulos. ¿Qué es lo que atrae entonces? ¿Será que no atraen otras ofertas de la televisión local y que por ello, el público se vuelca a estos productos “novedosos”?….. No podemos dejar de reconocer la calidad en la realización y guiones con la que se presentan los productos de ficción de Polka o de Underground, pero es evidente, que la fórmula que explotan se está agotando.

Quizás lo maravilloso de los géneros es que el público sabe qué va a buscar a cada uno. La audiencia busca en la telenovela una historia de amor, el triángulo amoroso, el azar como motor que hace avanzar la acción, y todo ello está en Las mil y una noches…. Debemos reconocerlo, eso sí, desde la pura convención, desde lo previsible del género, desde la fórmula efectista, pero que como tal, funciona.

En Turquía, se emitía una vez a la semana, en capítulos de hora y media. Por ello, técnicamente no es una telenovela, sino una serie, tiene costos más elevados, dado que no se filma en estudios, sino en locaciones reales y tiene un gran despliegue en exteriores. Al respecto opina Alberto Gesswein, director del área de ficción de Canal 13: “Es un producto muy distinto a lo que se estaba mostrando en general. El tipo de historia es sumamente conservadora, tremendamente tradicionalista. Es un romanticismo tradicional, a la antigua, fantástico, casi infantil”. A lo que Adrián Suar (responsable de la elección de este programa para integrar la programación del canal) acotaba: “¿Qué estarías dispuesto a hacer por salvar la vida de tu hijo?, ese el eje perfecto para una historia de amor clásica y efectiva. La forma de contar es simple y romántica, con grandes sutilezas. Se le da tiempo a los silencios, a los gestos, a la interpretación del televidente. Y por supuesto, la calidad de producción que se suma a lo interesante de espiar otra cultura”.

Modos de interpretar un mismo contenido. Lo que sí sabemos es que las historias en realidad siempre son las mismas, aquí desde un costado romántico muy tradicional, la telenovela presenta temas universales que siempre tienen vigencia. Además, hay un punto que justifica la universalidad de su contenido: el concepto de familia, eje fundamental de las sociedades, tanto en Turquía como en América Latina. Probablemente este sea la atracción mayor de este producto para el público nacional.

Confiado en este éxito, Canal 13 ha adquirido otra gran producción turca, protagonizada por Halit Ergenç, el mismo actor que actualmente conquista las pantallas locales como Onur. Se trata de Muhteem Yüzyl (Siglo Magnífico), la telenovela más ambiciosa en la historia de Turquía, con un costo de U$ 500 mil por capítulo que está basada en la vida del sultán Süleyman El Magnífico, que rigió el Imperio Otomano de 1520 a 1566. Veremos si esta línea de éxito inaugurada por las producciones extranjeras siguen siendo foco de atracción para el público local.


Por ahora, la audiencia lo elige, la previsibilidad funciona, y mientras una ficción entretenga y haga soñar a sus espectadores, cumple su objetivo, la televisión es la ventana al mundo que nos fascina cada día, como siempre lo fue y seguirá siendo.

La cocina, el nuevo fenómeno de la televisión


Por Catalina Millé.

Cada vez más, la cocina se está ganando su espacio en la programación actual de la TV. Cuando hablamos de cocina, nos referimos a todo lo que está relacionado con la comida y sus maneras de prepararla. Y cuando hablamos de que se gana su espacio en la televisión, también nos referimos a múltiples presencias de esta temática en la pantalla local. 

Fuimos testigos del éxito de "MasterChef" el año pasado en nuestro país, un éxito que viene arrasando en más de 100 países donde se produjo en forma local el formato. También estamos notando que cada vez más, la cocina se vuelve el tema central de programas y hasta de canales, con una legión de fans que sigue ávidamente los temas relacionados con la gastronomía. No de casualidad se estrenó el reality "Mi mamá cocina mejor que la tuya" el año pasado (Canal 13), y tampoco es coincidencia que se esté preparando la versión local del formato "MasterChef Junior" (próximamente en Telefé). 

Por otra parte, la comida puede ser un camino que nos permite conocer más sobre distintas culturas y etnias, incluyendo la nuestra. Además de los realitys de cocina, cada vez más cocineros o "celebrity chefs" deciden dar la vuelta al mundo poniendo foco en la gastronomía de cada lugar donde visitan, tal como el famoso chef americano Anthony Bourdain hace en su programa "No reservations" ("Sin reservas"). También otros chefs como Michelle Bernstein y José Andrés se suman con shows propios donde comparten sus recetas y sus sabores tan característicos, con "Melting pot" ("Caldero derretido") y "Made in Spain" respectivamente. 

En Argentina, se pueden encontrar programas de este tipo como "Cocineros Argentinos" con Guillermo Calabrese a la cabeza. El canal El Gourmet, excepcional caso de éxito, tanto en rating como por su tipo de negocio, ha llevado las gastronomías locales al resto de los países, dando a conocer productos, modos de nombrarlos, recetas y restaurantes que transforman a la señal en un verdadero canal de difusión y nueva pedagogía televisiva.

Además, existen los programas que buscan celebrar la gastronomía y educar el paladar de sus espectadores. Programas como "Unique Sweets" ("Comidas únicas") o "Unique Eats" ("Dulces únicos"), producidos por Cooking Channel, tienen como único objetivo dar a conocer postres y comidas únicas a través de los Estados Unidos. Distintos chefs opinan sobre los sabores y explican cómo se preparan las recetas más singulares de Norteamérica. 


Para un fan de la cocina, estos programas no hacen más que inspirar y enseñar, y es imposible no contagiarse del entusiasmo de quienes hacen de la comida su trabajo y su vida. De esta manera, los cocineros se convierten en una especie de celebridades, y la comida cada vez más tiene un espacio propio en la pantalla. Desde la comida orgánica, la repostería y hasta los tragos y los bares tienen su lugar en la grilla de programación. Los fans de la cocina, los chefs amateurs y los comensales voraces vamos a estar siempre hambrientos de más.