Compartimos la entrevista a Reed Hastings, creador de la plataforma de video a demanda Netflix, realizada por Martina Rúa y publicada en el diario La Nación del domingo 20 de abril de 2014.
Cuando terminó su reunión en la Casa Blanca con Barack Obama, salió apurado del Salón Oval y llamó por teléfono a su mujer: "¡Es todo idéntico a House of Cards!", dijo emocionado, como un fanático más de la serie. Es que desde hace tres años, Reed Hastings, CEO y cofundador de Netflix, se mueve como un turista que está redescubriendo su propia tierra.
La inmensa popularidad que cobró su servicio global de streaming de contenidos (que brinda la posibilidad de ver películas y series online sin descargarlas) lo puso en el centro de la escena tecnológica de la que forma parte desde hace más de 30 años. Conversa telefónicamente con La Nación Revista una tarde lluviosa de abril desde el pequeño poblado de Los Gatos, en Silicon Valley, California. Allí, en la casa central de Netflix, son las 16.30, y aunque su agenda está trazada con precisión milimétrica, Hastings no tiene prisa. Habla tranquilo y bromea cada vez que la ocasión lo permite. Hace silencios significativos antes de hablar de su empresa y del futuro de la industria del consumo de entretenimiento.
Sin pensarlo demasiado y si repasa rápidamente los últimos dos años, ¿cuáles son los primeros sentimientos que surgen?
Estoy muy feliz, el hecho de que la compañía sea tan aceptada y popular en tantos países, que la gente ame ver contenidos en Internet cómo y cuándo quiere. Es todo muy nuevo para mí, que las personas me reconozcan por la calle y me digan cuánto les gusta una serie no deja de sorprenderme. Además, conozco a gente increíble y creativa todo el tiempo.
Wilmont Reed Hastings Jr., dice el documento de este hombre de 53 años, oriundo de Boston, Massachusetts, que para hablar del germen de su espíritu emprendedor y aventurero se remonta a sus 22 años. Luego de un fugaz paso por el cuerpo de marines viajó a Suazilandia, en África, donde trabajó como maestro de matemáticas por dos años como miembro del Cuerpo de Paz de los EE.UU. Luego de aquella experiencia fue aceptado en la Universidad de Stanford, donde estudió ingeniería informática. Ya con el mote de joven Silicon Valley se lanzó a fundar su primera compañía en 1991, a la que llamó Pure Software, dedicada al desarrollo de sistemas, la que creció rápidamente, quizá demasiado para su falta de experiencia. En poco tiempo pasaron de 10 a casi 700 empleados, y Hastings, que se sintió sobrepasado por la situación, le pidió en dos ocasiones al directorio de su compañía que lo reemplace, pedido que fue desoído y que moldeó al ideólogo de Netflix en un hombre de negocios, además de un experto técnico. En 1995 la compañía se hizo pública y empezó a cotizar en la Bolsa. Siguió una fusión con otra empresa que dio como resultado a Pure Atria, que finalmente fue adquirida por una tercera, Rational Software, en 1997. Y aunque Hastings quedó como el referente técnico, al poco tiempo, y desencantado por la creciente burocracia, decidió alejarse para comenzar a darle forma a su siguiente startup: Netflix.
Junto a su socio, Marc Randolph, fundó en 1997 una compañía que ofrecía alquileres de DVD a través de Internet. La primitiva Netflix comenzó a crecer a paso firme y a evolucionar según lo que le dictaba el mercado. Agregó así un servicio de suscripción mensual que permitía el alquiler ilimitado de títulos hasta que, diez años más tarde, en 2007, se estrenó el servicio de streaming, con lo que comenzó una rotunda reconversión hacia una plataforma digital que sacudió a la industria del entretenimiento y del consumo de contenidos a través de Internet. Con una cuota mensual que cuesta menos que una entrada al cine (8 dólares, o su valor similar en cada moneda local), el usuario puede consumir más de 120.000 títulos de shows televisivos, películas y series con una experiencia totalmente personalizada: desde el dispositivo que quiera, a la hora que quiera y por la cantidad de tiempo que se le antoje.
Su negocio simplifica y ofrece una manera legal de consumir contenidos a través de Internet. Netflix posee en su catálogo contenidos de terceros (grandes y pequeños estudios de televisión y películas, mayormente) por los que paga una licencia para ofrecerlos en su catálogo. Con ese servicio logró más de 30 millones de usuarios en todo el mundo. Entonces, el año último dio un paso más en su camaleónica personalidad y se puso el traje de productor de contenidos. Hastings fue el encargado de anunciar su decisión de invertir 100 millones de dólares para realizar las dos primeras temporadas de House of Cards con la condición de que se viera exclusivamente en su plataforma. La serie, protagonizada por Kevin Spacey y dirigida por David Fincher, excedió todas las expectativas; fue la primera distribuida sólo en Internet en obtener una decena de nominaciones a los premios Emmy. Este acierto le dio a la empresa 20% más de abonados. Hoy Netflix cuenta con 44 millones de suscriptores.
Su competencia es toda y es ninguna. HBO es la que más se le está pareciendo en la oferta por su plataforma de demanda online GO, pero en realidad toda la industria del entretenimiento y los fabricantes de dispositivos (desde televisores hasta consolas de juego) están preparando opciones de contenidos en línea. Hasta Yahoo, que sigue buscando su nueva identidad, se apunta como competidor. La compañía está a punto de encargar cuatro web series, comedias de entre 30 minutos y 10 episodios de duración que estarán escritos por directores y guionistas con experiencia en televisión. Además están los sitios de descargas y de streaming que posibilitan la visualización de material, pero sin un marco legal que los contenga. Algunas quejas de los usuarios suelen referirse a la falta de estrenos, que por lo general llegan a la plataforma digital luego de un año de su estreno. Y claro, Hollywood no quiere perder su tajada.
¿Cuál es su opinión sobre servicios de streaming como Cuevana o PopCorn Time, que entregan una experiencia similar a la de Netflix?
Queremos contratar a los desarrolladores de software de Cuevana y de PopCorn Time, son obviamente personas muy talentosas, nos encantaría darles un lugar y la tecnología necesaria para trabajar en una plataforma para crear contenido legal. Definitivamente los queremos en Netflix.
¿Y cómo es su relación con los grandes estudios de Hollywood?
Nuestra relación es muy buena mientras les escriba abultados cheques [ríe]. A ellos les encantan los grandes clientes y mientras licenciemos muchos contenidos de ellos tenemos una genial relación. Pero también seguiremos desarrollando más y mejores contenidos exclusivos de Netflix.
Para entender el fenómeno Netflix hay que analizar un combo de aciertos e innovación aplicada. Series sin cortes publicitarios y la posibilidad de darse una panzada de capítulos dejando el sillón sólo para ir al baño o para preparar más pochoclos, son algunas de las características más elogiadas por los usuarios. El primer mes de servicio es gratis y resulta un incentivo para probar la experiencia que sorprende por la simplicidad de uso y la calidad de imagen y servicio. Para recomendar nuevas películas a sus suscriptores, Netflix aplica un algoritmo que utiliza inteligencia artificial que aprende del uso que le da cada usuario a la plataforma. En 2006 Hastings lanzó una iniciativa que premiaba con un millón de dólares a aquella persona o grupo que lograra mejorar la recomendación automática en un 10%. "Tenemos mucha gente muy inteligente trabajando en Netflix, pero nos dimos cuenta de que también había mucha gente inteligente afuera. Entonces pensamos en hacer el concurso. Pasaron dos años hasta que un maravilloso grupo de investigadores lo ganó. Eran estudiantes austríacos, profesores de Quebec, investigadores de Nueva Jersey. La primera vez que se conocieron las caras fue cuando vinieron a cobrar el cheque: todo lo que habían aportado había sido online", cuenta Hastings.
Sin embargo, antes de tanto éxito hubo turbulencias. En 2011, mientras cambiaba una vez más de piel, Netflix sufrió una desvalorización de más del 50%. El intento de Hastings de separar sus negocios online y de alquiler de DVD desorientó a a sus clientes, y a menos de 20 días de haber anunciado Qwister, la pata de alquileres de DVD físicos, se dio marcha atrás con la decisión. La pena duró poco, porque la apuesta de ir por los contenidos propios puso a Netflix al frente de la innovación en entretenimiento digital en pocos meses.
¿Cómo cambió su trabajo diario la rápida expansión de Netflix a más de 40 países?
Es bastante similar. Internamente la mayor parte del tiempo me reúno con los diferentes equipos de trabajo. Pensamos cómo hacer mejores contenidos, cómo mejorar la experiencia del usuario y también trabajamos mucho sobre nuestra cultura interna, que es pilar fundamental para contar con tanta gente creativa. Cuando viajo sí es muy distinto y tengo la posibilidad de conocer gente increíble todo el tiempo, que es una de las cosas que más me gustan.
Además de ser la cabeza de Netflix, Hastings, casado y padre de dos hijos, forma parte del directorio de Facebook, mismo puesto que ocupó también en Microsoft por más de cinco años hasta 2012. Es miembro también de Technology Network, una red de ejecutivos que promueve el desarrollo de la innovación y la tecnología en EE. UU. Aunque no lleva su actividad filantrópica con un alto perfil, Hastings sostiene un compromiso de más de dos décadas con el sistema educativo de California. A través de importantes donaciones, participación política y como consejero, centra sus esfuerzos (y dinero) en las reformas de la educación secundaria a través del tiempo. Fanático de Mad Men, Hastings casi no consume nada de la televisión tradicional. La entrega de los Premios Oscar y algunos partidos de fútbol americano son la excepción. En Netflix sus preferidas son Orange is the New Black y algunas películas de culto. Para informarse lo hace a través de sitios en Internet.
Como referente tecnológico, viajó el mes último a Washington a reunirse con el presidente de los Estados Unidos junto a los CEO de Yahoo, Google y Facebook, entre otros. Obama quería saber, de primera mano, cuáles eran las principales preocupaciones de este grupo de titanes vinculadas al espionaje descubierto por Edward Snowden por parte de la Agencia de Seguridad Nacional sobre la información de miles de usuarios. "No se trató de un acuerdo específico, el presidente quería saber y entender el impacto de esto para luego avanzar sobre diferentes acciones", aclara Hastings.
Otro tema con tinte político en el que Hastings lleva una fuerte voz está relacionado con la neutralidad de la Web, concepto en boga que se refiere al tratamiento igual que debería tener todo el contenido que circula y la necesidad de que llegue de un punto a otro sin sufrir modificaciones o interferencias. En el medio de esta discusión global, Netflix hizo un acuerdo con Comcast, la compañía proveedora de servicios televisivos por cable más grande en los Estados Unidos, para que su tráfico llegue con buena calidad a los hogares de sus suscriptores, lo que inevitablemente les da un acceso preferente. Netflix -Hastings, en realidad- describió el accionar de la compañía en su blog corporativo y la describió como una acción en el corto plazo. Una maniobra compleja que en el largo plazo podría herir de muerte a los competidores que no puedan pagar para mejorar su servicio.
¿Cree que es justo pagarle a Comcast para llegar con mejor calidad que otros servicios a los hogares?
Sí, creo que es justo. ¿Por qué no lo sería? Nosotros no pagamos para tener acceso prioritario en contra de nuestros competidores, sólo pagamos por interconexión para que nuestros usuarios vuelvan a tener una buena experiencia de uso.
Pero no todos los jugadores del mercado pueden pagar para llegar a los hogares con mayor velocidad y esto podría debilitar a jugadores más pequeños.
"Netflix cree fuertemente en que la neutralidad de la red es crítica; en el corto plazo sólo pagaremos en algunos casos para proteger la experiencia del usuario. Comcast ha sido un defensor de la neutralidad de la red y contamos con ellos para que así continúen."
Para que los usuarios puedan ver cuál es la velocidad con la que su operador de Internet trabaja desarrolló un índice de velocidad de los ISP (proveedores de Internet), del cual se desprende que los proveedores de Internet de la Argentina son los más lentos en la comparativa global.
El contenido es el rey y todo indica que está lejos de abdicar. Así lo cree Hastings, que apuesta por más contenidos exclusivos para su plataforma con anuncios mensuales de nuevas series.
"A los usuarios no les importa quién hace los contenidos, quieren que los sorprendan, sentirse conmovidos con lo que ven, que sean grandes show".
Para el CEO la televisión del futuro seguirá siendo transformada por Internet. "Veremos pantallas por todos lados, con calidad de UHD o 4K, que por momentos mostrarán las fotos de la familia, en otros contenidos de la TV de aire, en otros Netflix. Serán autosuficientes energéticamente hablando y serán cada vez más económicas", vaticina.
El Smartphone será el centro de control de otros dispositivos y contenidos, y crecerá la oferta basada en la movilidad que reclaman los usuarios. "Muchos menores de 25 años consumen las series y películas de Netflix desde sus notebooks, tablets y celulares. Las pantallas de dentro de cinco o diez años serán muy superiores a las de hoy", opina.
En enero último, Hastings anunció, junto a los mayores proveedores de televisores del mundo, la adaptación de sus principales contenidos a la tecnología del momento, que es el formato 4K, que entrega una resolución de imagen hasta ocho veces mejor que la HD. Según Hastings, en un futuro no lejano todos sus contenidos estarán adaptados a lo que cree que será un estándar.
La empresa ya confirmó que en 2015 llegará a su plataforma la tercera temporada de House Of Cards, y según Hastings, trabajan en nuevas producciones propias que alcanzarán las múltiples pantallas desde la que se mira Netflix en los próximos dos años. Desde el televisor, la consola de juegos, una tablet, un celular inteligente o una computadora. Detrás de cualquier de ellos se asoma Reed Hastings que, como un buen acomodador en un cine, nos señala sonriendo nuestro asiento privilegiado: It´s show time.
PUERTAS ADENTRO
La cultura interna de Netflix es citada como un caso de innovación en el mundo del management. Para Hastings, todo gira en torno de darles a los empleados libertad y responsabilidad. Y los ejemplos demuestran que se lo toman muy en serio. Son los mismos empleados los que deciden cuántos días se toman de vacaciones al año, quienes regulan los días de descanso por enfermedad y los que deciden cuánto dura cada una de sus jornadas laborales. También reciben salarios que suelen estar por encima de otras compañías de base tecnológica, y tienen la posibilidad de cobrarlo en dinero o con acciones de Netflix. "Yo trato de dar el ejemplo y me tomo muchas vacaciones. Cuando regreso estoy muy enfocado y revitalizado. A veces, en las vacaciones se me ocurren grandes ideas. Hay que tener la estimulación del afuera", dice Hastings.
Según el directivo, la curiosidad y la innovación son pilares fundamentales. "Por eso, todo lo que debo hacer es no impedirlo, eso es lo que pasaría creando reglas y procesos. La gente en Netflix hace un trabajo maravilloso y creativo porque tenemos muy pocas reglas y todas son flexibles", asegura.
LOS NÚMEROS DEL FENÓMENO
- 44 millones de usuarios de 41 países (30 millones son de EE.UU.)
- 1000 millones de horas de series y películas es lo que ofrece
- 8 dólares al mes (o su equivalente en la moneda local) cuesta el servicio ilimitado
- 2000 fue el año en que Blockbuster pudo comprar Netflix y no lo hizo porque dudó del modelo de negocio
- 29 millones de suscriptores logró en octubre del año último, y superó a los usuarios que pagaban por la señal convencional HBO
- 3,42% subieron las acciones tras firmar un convenio con Comcast para una transmisión cualitativa y veloz
- 148%se revalorizaron las acciones en lo que va de este año con respecto a 2013
- 112 millones de dólares cerró el ejercicio en 2013. En 2012 había sido de 17 millones
- 2013 se estrenó House of Cards, la primera serie original de una plataforma Web premiada con un Emmy y que se convirtió en un éxito
- 120 mil títulos de shows televisivos, películas y series
1 comentarios:
El futuro se encuenta en el internet de las cosas. Qué miedo!
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