Por Estefanía Brid.
“Balas Perdidas” es una historia de ficción basada en hechos reales que
sucedieron en 1992 cuando se llevó a cabo el robo al Tesoro Regional de Rosario.
En él, Pipo, interpretado en la serie por el genial Luis Machín, se llevó 30
millones de pesos, dólares en aquel momento de la convertibilidad recién
instaurada, colocados en 600 “balas” (término que se utiliza para nombrar fajos
de misma cantidad de dinero) que estaban por ser quemados. Pero el robo
planeado sale mal y Pipo debe entregarse…
Así comienza la historia de esta serie compuesta por 13
capítulos que se transmitieron por la TV Pública hasta julio y que aún se puede
ver online. El canal público vuelve a
apostar por la ficción argentina, en un año de grandes cuestionamientos al
género.
Pero vale la pena hacerle honor a la ficción, y más si es nuestra. Hugo
Grosso, guionista y también director del producto ha conseguido narrar desde la
imagen una época bien marcada como fue el comienzo del menemismo, y ha cuidado
cada detalle para que esa representación sea lo más fiel a la realidad posible.
Con los típicos giros de una trama policial que utiliza la intriga y el
suspenso como elementos principales, “Balas Perdidas” se adentra en lo que se
llamó “el robo del siglo” y le da vida nuevamente.
La actuación de Luis Machín es impecable, pero el reparto, compuesto por
actores como Emilia Mazer, Roberto Vallejos, entre otros del ámbito rosarino
donde se filma la ficción, ha sumado versatilidad y color a este producto
audiovisual de índole nacional.
Escasa de grandes recursos y efectos audiovisuales, “Balas Perdidas”
cuenta una excelente historia desde el primer hasta el último capítulo. Una vez
más la televisión pública demostró que se puede realizar buena
ficción sin contar con producciones técnicamente ambiciosas.... Una buena
historia ya es garantía de un buen producto televisivo.
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