Por Gabriela Fabbro.
Telefé comenzó en septiembre una nueva estrategia
en la propuesta de sus noticieros diarios. La más jugada fue la incorporación
de Nicolás Repetto al noticiero del mediodía. Desafío más que difícil para un
profesional de gran experiencia en la conducción pero con un tono y estilo
alejado de la formalidad, por ahora necesaria, que requiere un noticiero. Su
debut lo mostró con cierta incomodidad, ubicándose por momentos como
presentador de noticias, en otros como interlocutor de sus otros compañeros en
la conducción, también como portavoz del público que todo lo pregunta, en fin,
todos los roles y ninguno a la vez.
Si bien los noticieros actuales se han descontracturado,
sus conductores cada vez parecen más informales, la tecnología los desborda y
el intento de conquistar al público parece ser el principal objetivo; aún no
han encontrado la fórmula exacta. En búsqueda constante desde hace algunos
años, las pruebas y errores se multiplican en todas las señales de aire y cada
vez más a menudo.
Esta vez Telefé apostó por cambiar la cara al
frente del programa. Y optó por un conductor asociado a programas de
entretenimiento, ágil, canchero, al que recordamos por sus programas como "Semanario Insólito" o "La noticia rebelde" (formatos más cercanos al humor y a la
ironía que al retrato fiel de la realidad), "Fax" o "Sábado Bus" (originales
formatos de entretenimiento) o inclusive por sus papeles en la ficción, como en "Farsantes" o "Guapas" (donde apostó a roles también alejados de su imagen
construida pero en los cuales le fue muy bien). Se ve que en la ficción o el
entretenimiento se siente más cómodo; en el género referencial se lo ve
encorsetado.
Por estos días, el canal lo ha enviado a Barcelona
a cubrir el proceso de intento de independencia por parte de Cataluña. En los
informes, de camiseta blanca y campera de jean se lo ve mucho más cómodo que
con el traje que cada mediodía luce en el piso. Es más, su frescura y tono ameno
y descontracturado surgió en las notas en España mucho más que en sus
intervenciones de cada mediodía.
Las apuestas pueden llevar su tiempo. Se animó a
probar entrevistando al hermano de Jones Huala, dirigente mapuche detenido y
visibilizado por el caso de Santiago Maldonado, con una capucha que le tapaba
la cara. Por ahora sólo logró repercusión, negativa en general en las redes,
aunque la intención era muy válida, pero poco el rating que lo
acompañara. Capacidad, histrionismo e inteligencia
le sobran. Habrá que ver cuánto puede esperar Telefé hasta que la que nueva fórmula
dé sus frutos.
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