Por Javier Bruggia.
El
programa de contiendas y debates familiares llegó a la pantalla chica, de la
mano de Telefé.
El 1ro.
de septiembre, por la pantalla citada, se estrenó “Caso Cerrado”, un talk
show judicial sobre conflictos personales, con la conducción de la
abogada cubana Ana María Polo. En cada programa la Dra. Polo hace un análisis
de una situación particular, interroga a las partes involucradas y busca la
verdad y la justicia, para darle fin a la disputa. Se examinan evidencias y se
escuchan testigos antes de tomar una determinación final y una medida firme
para la resolución del conflicto.
La
llegada de “Caso Cerrado” confirma la tendencia de la amplia aceptación de las
latas en la televisión abierta. Sin embargo, este programa, éxito de la cadena
norteamericana Telemundo, representa un modelo que se vio por última vez en
nuestra pantalla en los años 90, con el programa “La Corte”, donde el entonces
conductor, el abogado Mauricio D'Alessandro, debía mediar entre los conflictos
de las personas. En el rol de juez, intentaba conciliar al aire a
los involucrados. La particularidad de este programa fue que muchas veces las
disputas rozaban lo bizarro: por ejemplo uno de los casos que se presentó
en aquel momento fue el de un hombre que denunciaba a su madre por haber nacido
feo.
Pero, lo que nació en los `90 vuelve a tener vigencia en la actualidad. No
sólo por el rating de “Caso Cerrado”, sino porque la
productora Ideas del Sur de Marcelo Tinelli está gestando un nuevo ciclo con la
misma temática, comandado por los abogados más famosos de la farándula, que aún
no tiene pantalla confirmada.
Todos los
litigios que trata la abogada Polo son muy personales y escandalosos. Muchos
han sido cuestionados, por parecer demasiado exagerados y “actuados”, y surgen
las dudas sobre cuánto de verdad y cuánto de ficción hay realmente en este
programa. Preguntas que volvemos a formularnos con este
"estreno" de Telefé.
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