Por Magdalena García Pena.
En una era donde hay
exceso de información, variedad de noticias e historias por conocer, decepciona
ver la monotonía de las propuestas en la mayoría de los magazines de la TV
abierta argentina.
Este producto,
conocido por ser el “género híbrido por excelencia” tiene la ventaja de poder
incluir en sus contenidos temas informativos, de entretenimiento, culturales y
musicales. Sin embargo, hoy en la Argentina hay un exceso de
autorreferencialidad que vuelve a los magazines repetitivos, poco
novedosos y carentes de valor.
Los magazines de El
Trece se alimentan casi en su totalidad de lo que pasó la noche anterior en "Showmatch". “Nosotros a la Mañana” y “Los Ángeles de la Mañana” son vecinos en
la programación y, sin embargo, repasan exactamente los mismos temas: los
últimos escándalos de los participantes de “Bailando por un Sueño”. Un
conductor, acompañado de un grupo de panelistas, dedican extensos bloques a dar
sus opiniones y analizar temas como la separación de Federico Bal y
Barbie Vélez o el nuevo romance de Pampita.
“El Diario de Mariana”
sigue la misma línea mediática, pero también le da lugar a la actualidad
política con panelistas especializados. Aunque hay un tratamiento más serio y
menos sensacionalista, los contenidos siempre surgen de lo que pasó en otros
programas del mismo canal. La frescura y el carisma de Mariana Fabbiani como
conductora no alcanzan para contrarrestar esa sensación de que uno está viendo
“un poco más de lo mismo”.
En América TV sucede
algo similar: los magazines llenan sus emisiones con lo que pasó en “Gran
Hermano” el día anterior (reality show emitido por América). Pamela
David, conductora de “Desayuno Americano”, y el infaltable grupo de panelistas,
repasan en detalle las peleas, los amoríos y las conspiraciones dentro del reality que,
por lo general, son hechos cargados de disvalores que no dejan ninguna
enseñanza positiva en la audiencia.
Pero hay otros programas que no se conforman con repetir más de lo mismo. “Morfi, todos a la mesa”, magazine de Telefé conducido por Gerardo Rozín y Carina Zampini, le agrega un toque culinario al formato. Además de repasar la actualidad y entrevistar a personajes reconocidos, hay cocina en vivo y recetas para que la audiencia pueda replicar en su casa. El programa es entretenido: hay música, actings, shows en vivo, pero a veces se vuelve frívolo y superficial, con situaciones como por ejemplo la “falsa boda” entre Carina Zampini y Hernán Drago y los simulacros de besos.
Los magazines de la TV
Pública Argentina también apuestan a la originalidad y la transmisión de
contenido valioso para el público. Por la mañana, Karina Mazzocco y el Dr.
Adrián Cormillot conducen “Pura vida, cada día”, un programa orientado a la
calidad de vida (alimentación, salud, sociedad) y a la solidaridad que se
enfoca en transmitir optimismo en sus contenidos.
Por la tarde, Gastón
Recondo, Juliana Gattas, Cecilia Ruffa y Martín Garabal llevan adelante “Tomate
la Tarde”, magazine que se autodenomina “un show federal descontracturado”. El
programa combina shows musicales en vivo, entrevistas a personalidades
talentosas (músicos, actores, artistas, científicos) y notas de interés general
que exponen la riqueza de nuestro país y sus habitantes. El ciclo es
entretenido, genera contenido propio y le aporta información de valor a
la audiencia.
Repasando los
magazines actuales y sus ratings, es evidente que el espectador
elige el sensacionalismo y las intimidades de la vida de personajes mediáticos.
Si la audiencia lo quiere, lo tiene. Mientras estas sean las tendencias, es
difícil que quienes hacen televisión propongan contenidos de valor y no sigan
repitiendo una y otra vez a la propia televisión.
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