Por Estefanía Brid.
En enero de
2013 nadie imaginó que “Intratables”, un programa ideado para la transición del
verano fuese a consolidarse como un programa político por excelencia.
Conducido por
Santiago del Moro en América TV, en ese momento también al frente de “Infama”,
este nuevo producto de la noche comenzó como un programa que trataba temas de
la farándula y algunos temas relacionados con el interés general. Y se pensaba
que sólo estaría al aire por el verano.
Pero poco a
poco, y frente al panorama de las elecciones legislativas en Argentina de
octubre de 2013, “Intratables” cambió su foco y se inclinó por la política. Y
creció.
Acostumbrados a
los clásicos programas políticos como eran en su momento “Hora Clave” de
Mariano Grondona o “Tiempo Nuevo” de Bernardo Neustadt , o incluso a los más
actuales como “La Cornisa” del periodista Luis Majul, “PPT” de Lanata y
hasta “Bajada de Línea” de Víctor Hugo Morales, en este caso el nuevo
programa de Santiago Del Moro logró diferenciarse.
En primer lugar
se diferenció desde la conducción. Santiago del Moro no es un periodista
político. Comenzó como conductor en el canal de música Much Music, hizo
algunas participaciones en ficción y fue contratado por América para dedicarse
a la conducción de un programa de espectáculos.
Y esta es una
de las razones quizás por la cuales “Intratables” ha tenido éxito: Santiago del
Moro ha sido un gran moderador de todos los invitados y panelistas del programa
y ha colocado en la mesa del debate lo que él siempre se encargó de llamar “la
visión de la gente común” o la “voz del pueblo”.
Pero
“Intratables” también se diferenció de los demás programas políticos por darle
voz a oficialistas y opositores en el mismo espacio todos los días. Propició un
debate entre unos y otros, muchas veces con respeto y muchas veces con
chicanas. Esta particularidad hizo que este programa tomara relevancia,
aumentara su rating, planteara una agenda del día y fuera
“levantado” por otros medios al día siguiente.
El panel
también fue una forma de diferenciarse. En “Intratables” participan periodistas
jóvenes que no eran tan reconocidos en ese momento, como por ejemplo Jonathan
Viale, que le otorgó al programa mucha seriedad en el aporte de datos. Y
algunos con tendencias políticas más expuestas como Diego Brancatelli,
cuestionado por sus propios compañeros por hacer “periodismo militante”.
Pero también
propició la vuelta de periodistas que no estaban en pantalla hace mucho tiempo
como Silvia Fernández Barrio o de algunos que eran parte de los medios gráficos
como Liliana Franco.
El proceso de
crecimiento que ha ido sosteniendo con el tiempo “Intratables” ha generado que
TODOS los políticos quieran participar. Muchos han cerrado sus campañas allí.
“Intratables”
no es el típico programa político, pero ha generado una nueva forma de hacer
periodismo político. Y así como muchos han bregado por una renovación política, es
válido que esté acompañada por una nueva forma de hacer
periodismo político. Más debate y menos “show”.
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