Por Gabriela Fabbro.
Hemos asistido días pasados a una nueva puesta en escena de la televisión local. Presentado con anticipos y grandes expectativas, el programa de cable de Mauro Viale trajo a la pantalla al motochorro que robó a un turista canadiense, quien grabó todo el atraco con su cámara personal. Este hecho televisivo nos hace pensar en varios temas. Primero: que la primicia sigue siendo un tema que preocupa a los productores de los canales de televisión. Eso sí, no importa qué se tiene como primicia, si no, tener un contenido que la competencia no presente. Ser primeros a toda costa. El minuto a minuto, paradójicamente, sigue rigiendo las leyes del mercado local televisivo. En la mayoría de los países en que se medía, ha dejado de tener incidencia en las decisiones de programación de los canales abiertos. En Argentina aún perdura….
Segundo: hoy todos nos transformamos en emisores de noticias. El
turista/víctima fue el “periodista” que tomó las imágenes de lo que le sucedía,
construyó un relato y lo transmitió a los medios. Esto nos lleva a una
reflexión, ¿estamos todos con competencia como para responsables de los
contenidos que emitimos gracias a los nuevos medios?, ¿medimos esa
responsabilidad? Hoy la noticia está en twitter, en un mensaje de texto, en una
GoPro….. El periodismo ciudadano es
un gran paso en la participación de las audiencias para la construcción de las
noticias, pero a veces, se añora que los ejes editoriales de cada medio estén
más claros y explícitos.
Tercero: ¿qué aportó esta noticia? Según Gerard Imbert, hoy la
televisión se ha convertido en un gran circo, donde hay un conductor/domador,
que prepara todas las destrezas que realizarán sus “fieras”, los protagonistas
de los nuevos hechos televisivos, en la “pista” del estudio de televisión. Todo
es digno de mostrarse, estamos en la era de la hipervisibilidad.
¿Qué atrajo a la audiencia de esta noticia? ¿el modo de hablar, por momentos desafiante además, del “protagonista”?; ¿lo que hizo en sí y su esperado arrepentimiento?, ¿espiar a un ladrón y conocerlo más personalmente? Estos son algunos de los ejes que se mueven al tratar un contenido que se hace atractivo por la curiosidad, morbosidad y expectativa que general. Esperemos que la televisión local sea más creativa y proponga contenidos constructivos y aleccionadores, dando el protagonismo a personas que trabajan y se sacrifican intentando cada día construir una vida digna.
¿Qué atrajo a la audiencia de esta noticia? ¿el modo de hablar, por momentos desafiante además, del “protagonista”?; ¿lo que hizo en sí y su esperado arrepentimiento?, ¿espiar a un ladrón y conocerlo más personalmente? Estos son algunos de los ejes que se mueven al tratar un contenido que se hace atractivo por la curiosidad, morbosidad y expectativa que general. Esperemos que la televisión local sea más creativa y proponga contenidos constructivos y aleccionadores, dando el protagonismo a personas que trabajan y se sacrifican intentando cada día construir una vida digna.
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