viernes, 29 de junio de 2012

"Bailando por un sueño 2012", y un festejo poco feliz para Ideas del Sur

A pocos días de cumplirse dos semanas, Ideas del Sur está de fiesta. El nuevo ciclo de Showmatch desplegó sus alas y promete una temporada que revolucionará la audiencia.

Por: Matías Paladino

La expectativa empezó el año pasado con el comienzo del nuevo ciclo de Soñando por Bailar 2, bajo la conducción de Santiago del Moro, el reality que premiaba a un soñador con la esperanza de llegar a participar en el programa de Marcelo Tinelli. Con un promedio que medió entre los 13 y los 15 puntos por fin de semana, el certamen no fue de lo más visto de la temporada de verano.

Como consecuencia, el monopolio autopoiético de Tinelli siguió evolucionando con Este es el show, La cocina del show, el inicio de Soñando por cantar y Sábado Show. La disputa entre los jurados por el camarín más grande, los rumores por el ingreso de un sexto jurado, el divorcio público de Carmen Barbieri y Santiago Bal, la aparición de la figura de Ayelén Paleo y las especulaciones acerca de los participantes convocados generaban intriga en los espectadores.

Finalmente, luego de diversos cambios de fecha, el pasado lunes 11 de junio, empezó Bailando por un Sueño 2012, bajo la conducción de Marcelo Tinelli, un jurado conformado por Moria Casán, Carmen Barbieri, Anibal Pachano, Flavio Mendoza, Marcelo Polino y la incorporación de Antonio Gasalla.

La ‘revolución’ tan publicitada por Canal 13 dejó mucho que desear. Un gran despliegue de producción, un elenco de bailarines, acróbatas, contorsionistas, streepdancers, la aparición de Piquín y un majestuoso show de tablets fallaron en contar una historia. El problema radicó en que el público esperaba sorprenderse y quedarse atónito frente a la producción número uno del país: un juego de luces, efectos especiales y movimientos poco sincronizados no fueron suficientes para abastecer a una audiencia cada vez más exigente.


La vedette de la noche fue Florencia Peña, quien controversialmente decidió no sólo participar de la competencia sino también ser la inauguradora de la pista de baile. El sketch fue otro de los fracasos de la apertura; varios minutos de aire desperdiciados en una secuencia con poca acción entre Peña, Tinelli y la aparición de Rial. El guionista no supo aprovechar la espontaneidad de la comediante; sin embargo, ella logró lucirse mostrando lo que la comedia musical le enseñó.

La gran sorpresa se vivió el lunes 16 de julio. La noche empezó con Paula Chavez y Peter Alfonso, la pareja más premiada del verano por su éxito Despedida de soltero en Carloz Paz, bailando disco con una coreografía de Vanesa García Millán. No consiguieron la aprobación del jurado pero sus fans los aclamaron igual. Con una larga previa llena de humor, sonrisas, pedidos de matrimonio y mucho carisma, los participantes se retiraron con una sonrisa dibujada en la cara.

El ánimo cambió inmediatamente con el anuncio de la pareja siguiente. Tinelli invitó al escenario a Ayelén Barreiro, una joven de 21 años con síndrome de Down que bailó acompaña de Franco Cadelago. Sus compañeros de la escuela no tardaron en emocionarse y vociferar al unísono que ‘sí, se puede’, acompañada de familiares y un estudio entero unido por la causa, el momento fue emocionante.

Ayelén presentó a su novio Facundo, quien confesó que le gusta el reggeaton y la cumbia, que está enamorado de Ayelén y, sin ninguna timidez, le pidió al jurado que le regale un diez a su novia. El baile fue conmovedor, la joven gimnasta se desenvolvió de una manera natural y con una facilidad rítmica fuera de lo común.

El momento más emotivo de la noche fue la carta que leyó, donde, entre muchas cosas, pidió ser tratada con igualdad, sin prejuicios; afirmó no ser un ángel ni un ser distinto a los demás y agradeció todo lo que pudo. No sólo los jurados se emocionaron, los camarógrafos, los sonidistas, el público y todas las personas dentro del estudio, estaban conmovidos por la situación y aplaudían al coro de ‘sí, se puede’.


Instantáneamente siguió el mismo lema pero vociferado por un grupo distinto, los participantes de Cuestión de Peso. Jenny Owczarczyn, ex participante del reality conducido por Claribel Medina, con 80 kg menos, entraba a la pista de la mano de Agustín Morgante.

Acompañada de gritos de halago y aliento, Jenny emocionó al público contando su historia. Habiendo sufrido por su enfermedad, la obesidad, y habiendo atravesado dificultades debido a su peso y las restricciones sociales que sufrió, la participante se mostró agradecida de estar ahí.

Los participantes de Cuestión de Peso fueron los encargados de festejar el momento y el triunfo personal de Jenny, demostrando que ellos también pueden.

Sin embargo, el panorama no fue positivo para las primeras dos semanas. El rating inicial, con picos de 44 puntos, bajo más de 10 puntos para el final de la segunda semana. Parece ser que Tinelli deberá doblar la apuesta: el público, cansado de consumir el mismo producto, comienza a exigir más. ¿Será que sin peleas ni conflictos, el programa carece de consistencia? ¿O tal vez el contenido repetitivo debería ser modificado por un ingrediente intregrador que vuelva a atraer al público?

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