martes, 31 de mayo de 2016

"Dueños de la Cocina"…¿diferente o más de lo mismo?


Por Estefanía Brid.

El 24 de abril Telefé estrenó su nuevo reality show basado en el arte culinario: “Dueños de la Cocina”.
Si bien se especulaba con nuevas ediciones de “Masterchef” y “Masterchef Junior”, programas que habían funcionado muy bien en la pantalla comandada por Tomás Yankelevich, estos formatos fueron dejados a un lado para darle paso a este nuevo programa. Las razones de dicho alejamiento parece que nada tienen que ver con el rating sino solo por cuestiones comerciales.

Ahora, cuál es la real diferencia entre “Masterchef” y el recientemente estrenado “Dueños de la Cocina”. Pocas, a simple vista. El jurado, al igual que en el programa anterior, está compuesto por tres personalidades importantes de la cocina nacional e internacional. Y no solamente esto, sino que dos de ellas, como es el caso de Cristophe Krywonis y Donato de Santis, se repiten de la versión anterior. La incorporación de Narda Lepes es la vedette del programa y ella cumple un poco la función de Germán Martitegui, al ser quien ejerce las críticas más ácidas.

“Dueños de la Cocina” se presenta como algo novedoso en relación con lo anterior. Esta vez los participantes tienen que ser cocineros expertos en la cocina, aunque en lo que va de las emisiones, muchos de ellos no parecen serlo. Tampoco en el desarrollo del programa, hasta el momento, se conoce dónde trabajan o han trabajado.

La originalidad del formato es que los participantes de “Dueños de la Cocina” tienen que batirse a duelo para conseguir la llave del restaurante “La Panadería de Pablo” y poder demostrar que pueden llevar adelante una cocina con un menú de tres pasos y deleitar a una cantidad importante de comensales y no solamente al jurado.

Si bien la parte del duelo para ganarse la “llave” es muy similar a la de “Masterchef”, la participación en una cocina real con los contratiempos que pueden existir en cualquier restaurante hace de “Dueños de la Cocina” algo interesante y digno de ver. Y es justamente en esta sección dónde se puede apreciar el reality en su formato más puro, porque es aquí en donde comienzan a jugar fuerte los participantes y empiezan a conocerse las miserias de quienes comandan las cocinas en plena competencia.

La incorporación de Marley es otro cambio y otro acierto. Mariano Peluffo es un gran conductor de reality shows e hizo un papel destacable en “Masterchef”, pero Marley le da ese condimento grotesco que descontractura las críticas, la devolución de cada plato y las caras poco amigables de algunos jurados a la hora de evaluar las performances.

Veremos si el público acompaña esta “nueva” oferta de Telefé. Al menos, la televisión, más allá de las competencias y polémicas, apela a la trasmisión de conocimientos y hábitos que pueden enriquecer a la audiencia que la mira: aprender a cocinar, conocer platos e ingredientes típicos y nuevos, incorporar técnicas y despertar en cada espectador el placer de cocinar para otros, es la intención que debería prevalecer en este tipo de oferta televisiva.


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