Por
Gabriela Fabbro.
Las mil y una noches (título original Binbir
Gece) es una telenovela turca, producida por TMC Film que
fue transmitida originalmente por Kanal Dentre en los años 2006 y 2009 en
su país de origen. La protagonizan los actores Halit Ergenç, Bergüzar
Korel,Tardu Flordun y Ceyda Düvenci.
El texto literario original, una
de las obras más importantes e influyentes de la literatura universal, consiste
en una recopilación de cuentos y leyendas de origen hindú, árabe y persa, de
los cuales no existe un texto definitivo, sino múltiples versiones. Su título
fundamenta el nombre de esta producción extranjera que se ha convertido en gran
éxito en la pantalla local. Desde el mes de enero de 2015, Canal 13 la emite
cada noche (con capítulos originales y compilación de lo mejor de la semana los
días domingos), en los que obtiene 18 puntos de rating diarios
de promedio. Además, para el canal, se ha convertido en lo que el teórico José
Ángel Cortés denomina, un fenómeno de “irradiación de éxito”, entendido como
aquel programa bandera del canal, que produce contenidos, como segmentos
satélites en otros programas del mismo canal (El diario de Mariana, Telenoche,
etc.).
¿Qué hace que la audiencia argentina
mire cada noche sus capítulos? ¿qué atrae de los protagonistas? ¿qué relación
se establece con los conflictos que se presentan como eje de la trama? ¿por qué
atraen sus locaciones?
En fin, una serie de preguntas que nos
plantea el éxito de esta producción, que, al igual que el año pasado en Telefé
(con Avenida Brasil), conquista al público local. De características
especialmente adultas, la audiencia es fiel a la historia de Sherezade y Onur,
y toda su zaga familiar.
En una entrevista para un ciclo
radial, el productor Pablo Cullel comentaba esta semana sobre ella: "Me
cuesta entender que a la gente le guste tanto Las Mil y Una Noches, a mí no me
gusta, me parece una novela aburrida y antigua”. Me sumaría a sus palabras, es
una telenovela lenta, y previsible. Uno ya sabe qué va a contestar cada
personaje ante cada parlamento, uno presiente la resolución de los conflictos,
uno supone qué recorrido tendrán las historias con el avanzar de los capítulos.
¿Qué es lo que atrae entonces? ¿Será que no atraen otras ofertas de la
televisión local y que por ello, el público se vuelca a estos productos
“novedosos”?….. No podemos dejar de reconocer la calidad en la realización y
guiones con la que se presentan los productos de ficción de Polka o de
Underground, pero es evidente, que la fórmula que explotan se está agotando.
Quizás lo maravilloso de los géneros
es que el público sabe qué va a buscar a cada uno. La audiencia busca en la
telenovela una historia de amor, el triángulo amoroso, el azar como motor que
hace avanzar la acción, y todo ello está en Las mil y una noches…. Debemos
reconocerlo, eso sí, desde la pura convención, desde lo previsible del género, desde
la fórmula efectista, pero que como tal, funciona.
En Turquía, se emitía una vez a la
semana, en capítulos de hora y media. Por ello, técnicamente no es una
telenovela, sino una serie, tiene costos más elevados, dado que no se filma en
estudios, sino en locaciones reales y tiene un gran despliegue en exteriores.
Al respecto opina Alberto Gesswein, director del área de ficción de Canal 13:
“Es un producto muy distinto a lo que se estaba mostrando en general. El tipo
de historia es sumamente conservadora, tremendamente tradicionalista. Es un
romanticismo tradicional, a la antigua, fantástico, casi infantil”. A lo que
Adrián Suar (responsable de la elección de este programa para integrar la
programación del canal) acotaba: “¿Qué estarías dispuesto a hacer por salvar la
vida de tu hijo?, ese el eje perfecto para una historia de amor clásica y
efectiva. La forma de contar es simple y romántica, con grandes sutilezas. Se
le da tiempo a los silencios, a los gestos, a la interpretación del
televidente. Y por supuesto, la calidad de producción que se suma a lo
interesante de espiar otra cultura”.
Modos de interpretar un mismo
contenido. Lo que sí sabemos es que las historias en realidad siempre son las
mismas, aquí desde un costado romántico muy tradicional, la telenovela presenta
temas universales que siempre tienen vigencia. Además, hay un punto que
justifica la universalidad de su contenido: el concepto de familia, eje
fundamental de las sociedades, tanto en Turquía como en América Latina.
Probablemente este sea la atracción mayor de este producto para el público
nacional.
Confiado en este éxito, Canal 13 ha
adquirido otra gran producción turca, protagonizada por Halit Ergenç, el mismo
actor que actualmente conquista las pantallas locales como Onur. Se trata
de Muhteem Yüzyl (Siglo Magnífico), la telenovela más ambiciosa en
la historia de Turquía, con un costo de U$ 500 mil por capítulo que está basada
en la vida del sultán Süleyman El Magnífico, que rigió el Imperio Otomano de
1520 a 1566. Veremos si esta línea de éxito inaugurada por las producciones
extranjeras siguen siendo foco de atracción para el público local.
Por ahora, la audiencia lo elige,
la previsibilidad funciona, y mientras una ficción entretenga y haga
soñar a sus espectadores, cumple su objetivo, la televisión es la ventana
al mundo que nos fascina cada día, como siempre lo fue y seguirá siendo.
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