Por Gabriela Fabbro.
Cuando veía por estos días larguísimos minutos del horario central
de uno de nuestros principales canales de televisión desperdiciados en ver y
escuchar cómo una pareja de jóvenes mediáticos compartía y hacía catarsis de
una separación reciente antes de bailar, pensé en la televisión que Andrés
Percivale hacía y me tenté de pensar que todo tiempo pasado fue mejor.
Sin caer en pesimismos sin salida, recordar los "Telenoche"
o "Matiné" o "Los retratos de Andrés" o el primer "Yo
amo a la TV" me hicieron comparar el buen gusto de esos productos con
parte de los contenidos actuales. Andrés falleció en estos días, dejando en los
que lo disfrutamos, un recuerdo enternecedor. Casi arquitecto, formado en su
profesión de periodista, con manejo de idiomas, ameno, con una capacidad para
narrar por televisión envidiable, gran reportero en Vietnam siendo muy joven, o
cubriendo el Mayo francés, este conductor, animador, actor y ya en el final de
su carrera, maestro de yoga, nos hizo volver a sentir esa televisión argentina
que hoy añoramos. Con sólo cuatro años al frente de "Telenoche" junto a Mónica
Cahen D’ Anvers hizo historia, y las “duplas” conductoras en los noticieros que
hoy abundan, aprendieron de su práctica.
Jorge Lanata se quejaba hace poco del “panelismo” que invade
nuestra televisión. Se habla sin saber de todos los temas y de todas las
personas, los panelistas se sienten capacitados para hablar de todo y de todos,
y en realidad, casi ninguno se ha formado para estar ahí. Por momentos
añoro a los conductores respetuosos, que preparan sus contenidos, que piensan
en la audiencia desde lo que les van a dejar y no sobre cuánto los van a
retener frente al televisor por el minuto a minuto.
Giovanni Bechelloni, un teórico italiano define a la televisión
como la ventana al mundo que nos cuenta historias y nos permite conocer otras
realidades, lejanas o cercanas. Andrés Percivale lograba ambas cosas en
cada una de sus propuestas televisivas. Aún recuerdo varios de los cuentos con
los que cerraba su programa "Los retratos de Andrés" por canal 13 cada
noche. Las narraciones son las que permiten que nos reencontremos con la
pantalla cada vez que la enfrentamos...
Tengo la esperanza de que la televisión abierta actual tenga
historias más amenas, que dejen aprendizaje, que nos transmitan valores y no
historias construidas sobre la base de polémicas, engaños, catarsis mediáticas
y disvalores. Ojalá las nuevas generaciones de periodistas vean alguna vez la
televisión de oro que Andrés Percivale nos dejó. No todo tiempo pasado fue
mejor, es cierto, pero el futuro tendrá que mirar a ese pasado alguna vez si
quiere seguir construyendo una televisión que nos enriquezca.
1 comentarios:
Esos cuentos de Andres eran geniales,
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