Por Antonia Bensusan.
Esta serie británica, distribuida por Netflix al resto del mundo,
transmite una temática cotidiana, por medio de una historia llena de misterio.
La actuación del sueco Stellan Skarsgard, logra plasmar a la perfección la
torturada mente de un detective en busca de la verdad.
Estrenada a
través de la cadena BBC One en octubre del 2015, River llegó
a la televisión británica para romper el molde y sorprender a los espectadores.
Distribuida al resto del mundo por Netflix, cuenta con un gran reparto:
el sueco Stellan Skarsgard, Nicola Walker, Eddie Marsan y
Georgina Rich, quienes presentan una admirable actuación.
La serie
cuenta la historia del detective John River (Stellan Skarsgard), oficial de la policía metropolitana,
quien, tras perder a su compañera y amiga, la sargento Jackie Stevenson, comienza
a ver fantasmas. Luego de que Jackie es asesinada, River comienza
a tener visiones sobre ella, y de las víctimas de los casos que busca resolver.
El detective se ve envuelto en una perturbadora búsqueda de la verdad sobre el
asesinato de su compañera.
Abi Morgan,
guionista de River, logra de manera sorprenderte transportar al
espectador hacia la atormentada mente del detective. Morgan estuvo
detrás de grandes obras, como La Dama de Hierro, protagonizada por
Meryl Streep y The Hour, protagonizada por Dominic West. Sin
embargo, es este guión, plagado de suspicacias y de brillantes frases, es el
que se considera su gran obra maestra. En una entrevista con The
Guardian, la guionista admitió que la serie fue inspirada en su vida
personal, y cuyo principal objetivo era concientizar a la gente que en todas
partes, tanto en las comisarías, hospitales como en la industria bancaria, hay
personas que lidian con conflictos emocionales que los torturan.
Pero
nada sería de esta serie sin la actuación de Stellan Skarsgard, quien
logra transmitir la oscura y perturbada mente del protagonista con una
facilidad alucinante. Para aquellos acostumbrados a las series norteamericanas,
los primeros capítulos pueden resultar un tanto lentos, conocida
característica de las producciones europeas. No obstante, con el pasar de los
capítulos, resulta imposible dejar de verla.
En una época
en donde los híbridos son la ley, Morgan, logró traer una excepcional fórmula,
que se conviritió en un verdadero éxito. La perfecta proporción entre policial
y thriller psicológico hacen de esta serie algo inolvidable,
que a la BBC One le sienta muy bien. ¿No les parece?
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