Por Estefanía Brid.
En julio, tanto Telefé como Canal 13 renovaron su pantalla con dos nuevos programas
pero similares entre sí, incluso hasta en el nombre. “Morfi, todos a la mesa” y
“La mesa está lista” son las apuestas de los canales líderes para seguir
compitiendo en materia de audiencia en la primera franja de la grilla de la
televisión.
Telefé viene consiguiendo grandes logros en este horario desde el estreno
de AM. Pero, no hay que olvidarse que esta fue una franja indiscutida de Canal
13 en la época de oro de Jorge Ginzburg con el tan recordado “Mañanas
Informales”: programa insignia de las mañanas/mediodías caracterizado por el
humor, la cocina, y las dotes de entrevistador tan particulares de su conductor,
en gran sintonía con Ernestina Pais.
“Morfi, todos a la mesa” y “La mesa está lista” buscan lo mismo. Quieren
acercarse al grupo de espectadores que está en su casa y que prende la tele en
ese horario. Los dos tienen a la cocina como leit motiv y los dos utilizan las entrevistas como contenido
fundamental, y también ambos tocan temas de actualidad.
Se diferencian por poco. “Morfi, todos a la mesa” es un poco más naif, a veces, hasta ronda un poco lo
cursi. Muy similar, quizás por compartir conductor, con su antecesor “Gracias
por venir”. En esta oportunidad lo acompaña Carina Zampini, aún no tan suelta
para el rol de conductora. Habrá que esperar a que se adapte a su nueva función,
tal como lo hizo en su momento Julieta Prandi.
“La mesa está lista”, en cambio, parece una mezcla de programas. ¿Un poco
de “CQC” y un poco de “Pura química” quizás? La presencia de “Gonzalito” en el
mismo rol de denunciante y la de Rulo Schijman haciendo de las suyas remite
directamente a “Caiga quien Caiga”. Quizás la participación de Jose Chatruc, en
deportes, junto a la conducción de Germán Paolosky hagan acordar al fenómeno de
“Pura Química”. La incorporación desopilante de Jey Mammon y la participación
de la periodista María Julia Oliván son los aciertos de este ciclo.
“Morfi, todos a la mesa” y “La mesa está lista” ya están al aire. El
desafío está en conocer cuál de los dos programas conquistará al público y
volverá a fidelizar el horario del mediodía como lo hacía Jorge Guinzburg en el
tan entrañable “Mañanas informales”.
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